Érase una vez una nube que se enfadó con los números porque éstos no le hacían caso. Un día decidió romperlos y formó otros números a partir del número inicial. Los números se dieron cuenta que gracias a la nube tenían más formas de expresarse y decidieron jugar con ella. Lo que en un principio fue un enfado, luego se convirtió en un maravilloso juego en el que la nube y los números se divertían.
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